Existe un serie de tratamientos para la migraña que va desde la medicina preventiva, pasa por los tratamientos sin receta, los medicamentos sujetos a receta e incluye las terapias alternativas.
Muchos de los pacientes de migraña han desarrollado estrategias durante el transcurso del tiempo que reducen la frecuencia de sus ataques de migraña. Estos pueden incluir el manejo de situaciones estresantes a través de una terapia conductual, dietas especiales, técnicas de relajación o acupuntura. Los deportes de resistencia como el trote o ciclismo pueden resultar también útiles en la moderación. Los pacientes pueden conversar también con su medico sobre la medicación profiláctica: un tratamiento que se prescribe en primer lugar para prevenir que un ataque ocurra. Las opciones incluyen betabloqueadores y antagonistas del calcio.
Durante los años ha habido muchos desarrollos en la medicación orientada en la migraña. Estos tratamientos no pueden evitar que los pacientes experimenten ataques de migraña, pero sí pueden reducir el nivel de dolor y otros síntomas asociados.
Muchos pacientes de migraña optan por tratar ellos mismos los síntomas con medicinas que no requieren prescripción, como los analgésicos. No obstante, las migrañas pueden desencadenarse a causa del uso erróneo de los analgésicos. A los pacientes que piensan en tomar medicamentos para su migraña, se les advierte encarecidamente que consulten un profesional de la salud que les recomienda un plan de tratamiento individual y que está al alcance para monitorear la respuesta del paciente a la terapia.
Las drogas llamadas triptanos, disponibles desde los años 90, han sido desarrollados especialmente para los ataques de migraña. En muchos, pero no todos los pacientes afectados, los triptanos provocan un alivio de los síntomas. Pero son un tratamiento sintomático, es decir, no pueden hacer nada contra las causas de la migraña. Los ataques ocurren con la misma frecuencia que antes.