El procedimiento de migraña ha sido descubierto en EE.UU. en el año 2000. En un estudio clínico con 314 pacientes, los cirujanos extrajeron el músculo corrugador que es un pequeño músculo alrededor de la ceja, para así eliminar las ‘líneas de ceño fruncido’. Antes de esta intervención, 39 de los 314 pacientes habían experimentado migraña. Un año después de la cirugía, 31 de estos 39 pacientes informaron que su migraña había desaparecido por complete o bien se había disminuido de manera considerable.
Este descubrimiento llevó a los cirujandos del Hospital Universitario de Cleveland (EE.UU.) a examinar más detenidamente la relación entre el músculo corrugador y la migraña. Desde esta fecha se ha publicado una serie de estudios sobre la eficacia de la terapia quirúrgica de la migraña. Además, los datos de pacientes recopilados en EE.UU., Austria y Alemania mostraron que:
La terapia quirúrgica de la migraña involucra la liberación de la presión en varias ramas del nervio trigémino. En muchas personas se presenta una interacción del músculo corrugador y del nervio trigémino que lleva a un ataque de migraña. El corrugador se encuentra debajo de las cejas y es uno de los músculos responsables de la formación de las ‘líneas de ceño fruncido’ u otras expresiones en esta parte de la cara. Una parte del nervio trigémino cruza el músculo corrugador: como una consecuencia de la irritación del nervio, se inicia una cascada de eventos que pueden llevar a un ataque de migraña.
El cirujano hace una pequeña incision a lo largo del pliegue del párpado para extraer el músculo que provoca el dolor – en la mayoría de los casos el músculo corrugador. El nervio en el músculo no se extrae ni se daña durante este procedimiento. Tras la extracción del músculo, el nervio en el área desencadenante debajo de la ceja ya no puede ser estimulado y por lo tanto se eliminan los síntomas de migraña.
Los áreas desencadenantes en las sienes pueden tratarse quirúrgicamente con el mismo principio. La presión es aliviada en el nervio correspondiente a través de una cirugía laparoscópica, en la cual el cirujano accede al nervio a través de la sección de la sien que es cubierta por pelo. La tercera posibilidad consiste en aliviar la presión en un nervio ubicado en el cuello.
Es de importancia vital que cada caso se examine individualmente y que cada paciente realice una prueba de toxina botulínica (Botox) antes de ser considerado para el procedimiento. Si los síntomas de migraña mejoran en más de un 50 por ciento dentro de las primeras ocho semanas después de la inyección de toxina botulínica, es éste un indicador de pronóstico positivo para el éxito del procedimiento de migraña.
Adicionalmente al alivio de los síntomas de migraña, el paciente notará que las ‘líneas de ceño fruncido’ entre las cejas se suavizan e incluso llegan a desaparecer en muchos casos.